Ana Fernández: “La certificación de BPM es una muy buena herramienta para comenzar a demostrar un compromiso con los procesos de calidad”

Desde el año 1885, Bodega Rutini Wines se especializa en la elaboración de vinos con cepas cultivadas dentro del territorio argentino y, actualmente, cuenta con tres viñedos ubicados en la Provincia de Mendoza.

Comprometidos en brindarles a sus consumidores un producto que cumpla con los más estrictos estándares de inocuidad y calidad, cuentan con nuestra certificación de IRAM-ISO 22000, que requiere como prerrequisito el cumplimiento de las buenas prácticas de manufactura (BPM)

En esta oportunidad, entrevistamos a Ana Fernández, responsable de Gestión de la empresa para conocer más acerca de este proceso, así como de los beneficios que les aporta nuestra marca.

Para nosotros, los clientes representan una prioridad. Verlos cumplir objetivos y evidenciar resultados, nos llena de orgullo. Antes de contactarnos, ¿cuáles eran las problemáticas que identificaban y qué los llevó a tomar la decisión de certificar?

Nos llevó a tomar la decisión de certificar el hecho de que no contábamos con una herramienta básica para la obtención de productos inocuos. Por eso, nos apoyamos en estas prácticas y procedimientos que nos brindan las BPM.

Frente a las exigencias de los clientes que son cada vez mayores, ¿consideran que la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) es una buena herramienta para demostrar frente a ellos su compromiso con los procesos de calidad en toda la cadena alimentaria? ¿Por qué?

Cuando comenzamos a implementar las BPM, ningún mercado nos exigía tal certificación. Por eso, el compromiso de todos fue mayor, ya que era un objetivo propio de la empresa poder lograrlo.

La certificación de BPM es una muy buena herramienta para comenzar a demostrar compromiso con los procesos de calidad en toda la cadena alimentaria. La consideramos como la “escuela primaria”, porque a partir de su certificación, abre el camino hacia otras normas de calidad e inocuidad de mayor escala.

¿Qué ventajas competitivas les brinda nuestro sello? ¿En qué aspectos se ven beneficiados y qué desafíos se plantearon para el futuro?

El sello nos brindó ventajas competitivas tales como la mejora en nuestra eficiencia, el incremento de la productividad y agilidad, un control completo de la actividad y consistencia en la atención del cliente, entre otras. Además, nos ha permitido avanzar con más claridad a otras certificaciones de inocuidad y así plantearnos desafíos consistentes para el futuro. Uno de ellos es sostener esta certificación, ya que nos ayuda en la mejora continua de la empresa y nos posibilita seguir escalando hacia otras certificaciones.

Para finalizar, ¿nos podrían contar porqué nos eligieron y qué les aporta nuestra marca a la organización?

Los elegimos por ser un instituto argentino, único representante de ISO en el país y, a la vez, como nuestra certificadora, ya que nos aporta confianza.