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27 junio, 2024

Entrevista a Zakiah Kassam, presidenta del ISO/TC 207 

Recientemente se publicó la esperada norma ISO 14068 “Gestión del cambio climático – Transición a cero neto”. ¿Cuáles son los principales desafíos que las organizaciones pueden enfrentar al implementarla?   

 

 

Creo que hay dos desafíos clave que las organizaciones enfrentan al implementar la norma de carbono neutralidad de ISO. El primero es asegurarse de que se mantengan fieles al enfoque jerárquico, uno de los principios fundamentales en esta nueva norma. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) viene primero, luego las mejoras en la eliminación, y finalmente la compensación para las emisiones residuales. Por lo tanto, una organización no debería usar compensaciones sin antes haber tomado medidas para reducir sus emisiones. Cabe aclarar que las emisiones del tercer alcance también deben incluirse en el inventario de GEI de una organización. 

 

El segundo desafío que creo que existe es que, si se utilizan compensaciones, los créditos de carbono deben cumplir con criterios específicos y encontrar aquellos de alta calidad puede ser un reto. Según la norma, los créditos de carbono deben ser reales, adicionales y certificados, entre otros criterios. Además, establece requisitos para los programas de acreditación de carbono. Estos deben tener una verificación independiente de las reducciones de emisiones y ser transparentes; con información documentada que esté disponible públicamente. 

 

Hemos visto en el último año mercados de carbono que han colapsado bajo escrutinio. La integridad de los créditos de carbono fue un tema muy controvertido en la COP28 (28° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).  Estos problemas ponen en contexto por qué la norma ISO es tan importante: mantiene la integridad de cualquier declaración de neutralidad de carbono. 

  

¿Cómo se relaciona la norma de carbono neutralidad con las directrices de ISO para alcanzar el cero neto? 

 

La norma ISO se centra en la neutralidad de carbono para organizaciones y productos. Establece los requisitos para cuantificar, reducir y compensar la huella de carbono para lograr su neutralidad 

 

Las directrices de ISO para cero neto, que están en proceso de convertirse en una norma internacional, son específicas para organizaciones y se enfocan en cómo pueden alcanzarlo. Si bien hay cierta superposición, la decisión sobre qué norma utilizar, creo, depende del objetivo de la organización. Las directrices son una herramienta excelente para desarrollar una hoja de ruta creíble para lograr el cero neto; establecen criterios sólidos para cuando se puede hacer una declaración relacionada. Y únicamente es posible realizarla si quedan solo emisiones residuales y estas han sido contrarrestadas mediante eliminaciones.  

 

¿Cómo se alinea la ISO 14068 con otras normas ambientales, como la ISO 14001 (Gestión Ambiental) y la ISO 50001 (Gestión de la Energía), para proporcionar un enfoque integral en la reducción de emisiones y la mitigación del cambio climático? 

 

Una de las cosas que realmente me gustan de las normas ISO es que pueden combinarse para proporcionar soluciones integrales para una organización 

 

Uno de los primeros pasos, al planificar un sistema de gestión ambiental según la ISO 14001, es identificar los aspectos que pueden tener un impacto ambiental significativo. El consumo de energía de combustibles fósiles, desde ya, tiene un impacto en el cambio climático y, en la mayoría de los casos, será un aspecto ambiental significativo, lo que significa que es necesario tomar medidas para abordarlo. ¿Cómo hacerlo? ¡Con un sistema de gestión de energía, por supuesto! Y aquí es donde entra en juego la ISO 50001, la norma para sistemas de gestión de la energía. Y no solo hablamos de ISO 50001, sino también de la familia de normas de la serie ISO 50000, como el documento para desarrollar líneas base e indicadores de desempeño energético (ISO 50006) y aquel para determinar ahorros de energía (ISO 50047). 

 

¿Cómo saber si has tenido éxito en la reducción de tu impacto en el cambio climático?

 

Contando con un inventario adecuado de GEI, midiendo tu desempeño con la norma ISO 14064, disminuyendo tu huella de carbono y trabajando hacia el cero neto con la ayuda de la norma de carbono neutralidad o las mencionadas directrices. Por supuesto, tu inventario de GEI utilizará datos de tu sistema de gestión de energía. La ventaja de las normas ISO es que se combinan para proporcionar una solución global. He desarrollado aspectos técnicos en grandes contratos de infraestructura con normas ISO integradas en ellos, porque estas aseguran un nivel de robustez en el que se puede confiar. 

 

 ¿Qué otros documentos de ISO contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático?

 

El Acuerdo de París tiene tres pilares. El primero es la reducción de emisiones, el segundo es adaptarse al cambio climático y el tercero es asegurarse de que haya suficiente financiamiento para llevar a cabo los dos primeros.  

  

Hemos hablado sobre las normas de mitigación de GEI. Respecto de las de adaptación al cambio climático, la serie ISO 14090, es una excelente herramienta para ayudar a las organizaciones, incluidos los gobiernos locales y las comunidades, a planificar esta adaptación.  

  

Personalmente, me he apoyado en la norma ISO 14091 para realizar una evaluación de riesgos y vulnerabilidad climática y, realmente, me gusta la estructura robusta que proporciona. Estoy muy entusiasmada con las sesiones de formación que ISO lanzará en las próximas semanas relacionadas con la evaluación de vulnerabilidad y riesgos climáticos y la planificación de la adaptación. 

  

La financiación verde es una parte crítica de ese tercer pilar del Acuerdo de París y las normas de instrumentos de deuda verde de ISO (la familia ISO 14030) constituyen todo lo que una organización necesitaría para gestionar un programa de deuda verde o bonos verdes. Los principios están establecidos, la taxonomía y los criterios para los proyectos están presentes y, también, están los mecanismos para verificar el desempeño de un programa de financiación verde. 

  

¿Cómo visualizás el papel de la normalización internacional en la promoción de la acción climática y la sensibilización sobre la importancia de la gestión ambiental? 

 

Es muy fácil observar la magnitud de la crisis ambiental y sentirse abrumado. ¿Por dónde se empieza si los problemas están tan integrados con la política pública y la economía? Justamente, las normas ISO tienen la amplitud y profundidad para abarcar los diferentes elementos del desarrollo sostenible, contemplando tanto a las organizaciones como a quienes elaboran las políticas públicas. Están diseñadas para su aplicación en la vida real, para ser las soluciones que necesitamos. Mi aspiración es que en cada país donde exista un organismo nacional de normalización, este sea visto como la entidad en la que confiar para obtener las soluciones que se necesitan.