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14 diciembre, 2022
La participación en el desarrollo de normas nos permite involucrarnos e influir en el contenido de las mismas. La experiencia adquirida en el laboratorio forma una parte importante del aporte al sustento técnico de las normas, así como lo hacen las otras partes interesadas. El consenso entre los participantes genera de antemano confianza y credibilidad para su aplicación en nuestro trabajo.
Por otra parte, una vez publicadas, quedan disponibles para usuarios de laboratorios clínicos del país que, así, pueden acceder a la información de los mejores estándares técnicos.
El proceso de estudio, elaboración y aprobación demanda investigación y revisión de pautas de trabajo que nos hacen estar actualizados con los procesos y desarrollos a nivel internacional del tema en estudio.
Siempre es una oportunidad para ver cómo trabajan otros laboratorios, la opinión de proveedores de distintos servicios, auditores y autoridades regulatorias y compartir las mejores prácticas para normalizar un proceso o forma de gestión.
Participar en los comités de estudio nos permite defender nuestros intereses como laboratorio dando una visión de nuestras necesidades.
Finalmente, adoptar parte o todo el contenido de la norma en la rutina de trabajo de laboratorio contribuye, sin duda, a la mejora continua de la calidad.
En la actualidad, la perspectiva de género es fundamental para lograr documentos que representen a la sociedad en su conjunto. Es importante tener conocimiento de las condiciones necesarias para la igualdad de oportunidades, lo que permitirá a las organizaciones implementar o mejorar los procesos en la gestión de igualdad de género, tomando acciones para disminuir las diferencias que aún existen.
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