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24 agosto, 2021
Desde el año 1996, Rapanui se especializa en la fabricación de chocolates y helados artesanales con su sede central en San Carlos de Bariloche,, siete locales en Buenos Aires y uno en Pinamar.
Comprometidos en brindarles un producto de calidad a sus consumidores, decidieron dar un paso más y obtuvieron nuestra certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). En esta oportunidad, entrevistamos a Carlos Wasyluk, responsable de Calidad de la empresa para conocer más acerca de este proceso, así como de los beneficios que les aporta nuestra marca.
Si bien Rapanui ya contaba con un sistema de gestión de calidad (SGC), entendimos que la certificación de BPM era el siguiente paso en nuestro camino de mejora y de compromiso con las expectativas de nuestros clientes.
Desde los inicios, Rapanui se ha comprometido con la calidad de sus productos, comenzando por el origen de la materia prima hasta el producto final que llega a manos de nuestros clientes. La certificación en BPM nos permite demostrar que este compromiso es avalado objetivamente por un organismo independiente.
El futuro nos espera con grandes desafíos; el crecimiento de nuestra marca, el compromiso permanente con la calidad de nuestros productos y la mejora continua de nuestros procesos son algunos que podemos mencionar. Abordarlos en el marco de un SGC y de BPM nos posiciona de manera sólida en el camino del logro de nuestros objetivos.
Elegimos IRAM por su trayectoria y reconocimiento a nivel nacional e internacional; y, fundamentalmente, por su equipo de profesionales que han acompañado a nuestra organización con sólidos conocimientos y con una gran calidez a nivel personal. IRAM le aporta a nuestra organización confianza y respaldo en nuestro compromiso de mejorar día a día.
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