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14 diciembre, 2021

“Las normas nos permiten distinguir los productos seguros para el consumo”

Conocé más sobre los beneficios que te brindan las normas en esta entrevista con la Dra. Claudia Collado, presidenta de Acción del Consumidor (ADELCO).


En tiempos difíciles y de cambio como los que estamos atravesando, las normas cobran aun mayor relevancia, proporcionándoles a las organizaciones una guía sobre las mejores prácticas en cada campo, consensuadas internacionalmente, y colaborando con el bienestar de toda la sociedad.

Pero ¿cuáles son los beneficios concretos que las normas te aportan como consumidor? Para abordar este tema, hablamos con una experta en la materia, la Dra. Claudia Collado, presidenta de Acción del Consumidor (ADELCO) y vocal suplente de nuestro Consejo Directivo.

 

¡Enterate de todo en esta entrevista!

 

¿Cómo es el trabajo que realizan desde ADELCO para colaborar con el consumo responsable? 

 

Para lograr que se consuma en forma responsable y proteger a las personas consumidoras trabajamos en los siguientes temas:

  • Implementamos proyectos que nos permiten capacitarlas y educarlas en varios ejes temáticos como son la alimentación, la salud, la seguridad de productos y servicios, la eficiencia energética y el uso racional de los servicios públicos, entre otros.
  • Solucionamos los reclamos que surgen de las compras de servicios o bienes que realizan.
  • Realizamos relevamientos de precios y estudios de mercado.
  • Presentamos proyectos de ley para que puedan estar mejor protegidas. Los dos últimos que hemos presentado son: Ley de sobrendeudamiento familiar y Ley Nacional de Seguridad Eléctrica.

 

¿En qué medida las normas y su implementación los ayudan en la construcción de esta tarea?

 

Las normas son fundamentales en la construcción de nuestra tarea, porque son el complemento de la legislación aplicable. Son una herramienta que nos ayuda a cumplir con nuestra Misión y Visión. Nos permiten, por un lado, distinguir los productos seguros para el consumo y, por el otro, poder orientar para que se realicen compras en forma responsable.

 

Entonces, podrías mencionarnos ¿cuál es la importancia de las normas y de su implementación para los consumidores? 

 

Una de las variables más importantes es la confianza en los bienes y servicios que adquieren, lo que significa una confianza en el mercado, en sus empresas, en sus productos. Las normas, en este sentido, son una herramienta insustituible que da a las personas consumidoras la posibilidad de tener parámetros objetivos que aporten a esa confianza. Las normas abarcan aspectos muy relevantes para ellas, que van desde entregar certezas sobre el uso de bienes y productos hasta permitir comprobar si un producto o un servicio está cumpliendo con determinados lineamientos, por ejemplo, en materia ambiental o de seguridad de los procesos.

En el caso de Argentina, está instalada en la mayoría de las personas consumidoras la marca “IRAM” como sinónimo de calidad y de seguridad y ese es un elemento muy importante no solo para ellas, sino para la economía en general. Y, a nivel internacional, algo similar ocurre con las normas ISO.

Entonces, las normas deben ser vistas como un complemento que no puede faltar en cualquier política de protección si el objetivo es poder hacer realidad el derecho a la protección de la salud y la seguridad de las personas, que se consagra en el artículo 42 de la Constitución Nacional.

 

¿Cómo advertís la situación del consumo en Argentina con el impacto de la pandemia? 

 

La pandemia agudizó la falta de acceso a productos y servicios básicos que necesitan las personas consumidoras para llevar una vida digna y desnudó la falta de inclusión. Muchas han perdido su trabajo y los subsidios no sirven como método de inclusión, porque sencillamente no alcanzan para ello si no van acompañados por la generación de trabajo genuino.

La incapacidad de pago y el sobrendeudamiento son dos de los ejes que podemos mencionar como una gran dificultad a la hora de consumir y una enorme barrera para poder hacerlo en forma responsable. Hoy se consume lo que se puede, por lo que pensar en hacer un consumo responsable se hace muy difícil.

Los precios de los alimentos, de los medicamentos y de la medicina prepaga son los ítems más complejos, porque se trata de la alimentación y la salud de las personas y con los índices actuales de inflación no vemos una mejora a corto o mediano plazo.
 Para ver la dimensión de lo que ocurre lo puedo graficar contando que por primera vez nos consultan sobre cómo hacer para pagar las expensas en los cementerios. Esto no nos había pasado en otras crisis que hemos pasado y nos parece un indicador de lo que está pasando con los ingresos y la capacidad de pago de las personas.

Cuando preguntamos cuáles son los bienes que han dejado de consumir la respuesta es libros y algunos remedios. No tenemos respuesta sobre las posibles consecuencias a futuro de estas restricciones forzadas por la realidad.

Si bien los servicios públicos no han aumentado en un porcentaje elevado sus tarifas, el precio de la garrafa, por ejemplo, sigue aumentando y para quienes no cuentan con el servicio de gas en red se ha convertido en un costo demasiado elevado dentro de la economía familiar.

 

¿Qué perspectivas vislumbrás a futuro en relación con una posible recuperación?

 

Nosotros esperamos que la gente tenga trabajo y un sueldo digno que les permita el acceso a una vivienda digna y a bienes y servicios para satisfacer, por lo menos, necesidades básicas, lo que significa poder acceder a una alimentación saludable, servicios de salud y educación adecuados y servicios públicos como agua, energía (luz y gas) y transporte.

La pandemia agudizó la situación, no nos olvidaremos del COVID-19, pero creemos que no es el único factor que hace que tengamos esta problemática tan básica para un país tan rico como el que tenemos.

 

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